Rosario Clavarana posee unas extraordinarias dotes y capacidades para pintar al ser humano desde la óptica de un realismo reposado y lleno de equilibrio, además de hacer emerger con gran sutileza, los más relevantes rasgos y cualidades individuales que caracterizan a sus modelos.

Es, como ha manifestado alguna vez, una pintura en positivo; una actitud que le incita a encontrarse con lo mejor de cada personaje. La pintora no interfiere, enmascara o altera lo esencial. Con un respeto escrupuloso a la singularidad, ilumina los rasgos humanos de sus modelos con sutiles matices dimanados de la percepción de sus valores anímicos.

A. Calvo Castellón

Detrás del lienzo